A modo de homenaje comparto esta improvisación que grabé ya hace algunos años (permiso Ombú por el dibujo), y – mientras escuchamos – a seguir leyendo:
A la hora de improvisar con la guitarra, suelo focalizarme emocionalmente en una idea disparadora, un “algo” muy interior, pasible de fluir por las manos al instrumento, creando motivos y formas sonoras espontáneas, en estado de alerta ante las trampas interiores que nos inculcaron desde siempre. Me refiero a los conceptos pre-establecidos que dictan la obligatoria existencia de una forma, de un motivo rítmico y un orden armónico. Cuando en realidad una improvisación (por definición), puede librarse de todos estos preconceptos.
No obstante es tan libre la libertad, que también podemos sumergirnos gustosamente en la búsqueda de esas formas, melodías y ritmos, pero ya desde nuestra propia e íntima libertad expresiva.
Comparto también a modo de homenaje este poemita que escribí hace un tiempo ya, pensando en la actitud de hombres como Galeano:
Utopía
finalmente
al día de hoy
la libertad
me avasalla
me agobia
me desborda y fluye
creyendo en la vena abierta
cual cantera inagotable
la mentira de un Pegaso
que por ver siempre al horizonte
aún no descubre sus alas podadas.
meta casco y casco
siempre perfil bajo
con cabeceo y cuerpeada
que aún no acaba el día
las alas chamuscadas
mutiladas
y cansadas
de tanta utopía.
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