Uno de mis proyectos actuales es grabar un disco íntegramente de milongas. Existen varios tipos: desde la milonga gaúcha del sur de Brasil, pasando por la milonga porteña, hasta la milonga surera. Pero como dijo el gran Atahualpa Yupánqui en su biografía: “ir a tocar milongas a Uruguay no tenía goyete”. En el sentido que para la milonga campera, no había mejores intérpretes que los orientales. Todos los tipos de milongas tienen en común que se apoyan en el mismo patrón rítmico, lo que entre los músicos llamamos el 3-3-2, es el ritmo que identificamos con el bordoneo (el juego del pulgar sobre las cuerdas graves). Aún dentro de esa suerte de subgénero que es la milonga oriental, encontramos además distintas acentuaciones, como puede ser en la payada, o la milonga cruzada, etc. A esta altura evolutiva de la milonga, encontramos también unas cuantas escritas para guitarra clásica, como la muy famosa Milonga de Cardoso... en fin… cuando haya terminado de grabar lo anunciaré.
Hasta entonces (faltan unos meses), y para ir haciendo boca, comparto esta versión de “Te vas milonga” del argentino Abel Fleury, y un par de poemitas que agrupé bajo el título de “Guitarrero”. Algunos más serios y otro que - aunque un poco humorístico – no deja de ser cierto.
De modo que: “click” en “play”… y gracias por compartir.
Cosa seria
Salgo al
trote lento, buscando la raíz,
Soy hijo,
hermano, compañero, padre y abuelo,
y llegué a
una conclusión:
tocar milonga
es cosa seria.
Pero no se lo
digan a nadie.
Guitarrero
Empiezo
a comprender
porqué
a la gente le gusta la guitarra:
suena
lindo.
Como
eucalipto,
como
murciélago,
como
milongueando.
Y
ahora que al fin tengo tango,
descubro
la caja
donde
aguardan mis viejos zapatos
descuelgo
aquella vieja camisa
-oxidada de lamentos -
como
en un rito...y templo
la
viola
desnuda
y siento
que
ha llegado la hora
de
sangrar el diapasón
Cual
un cirujano o un jardinero,
buscando
lo que vendrá.
Un
arqueólogo, un carnicero.
Pisando
la tripa
me
como al mundo entero
y la
bordona cantará
que
al fin soy Guitarrero.
Guitarrero milongueado
Perderse en una sextilla
es de suma complejidad
limitada la libertad
a ocho sílabas por verso
sin descuidar los acentos
ni la forma de rimar.
La metáfora nos dará,
al menos es lo que espero,
con humor y con esmero
en figurado lenguaje
el redundante mensaje
lo qué es ser guitarrero.
Nada más que utilizando
de modo muy original
las palabras plurivocal
aún carente de sentido,
le daremos contenido
a esta milonga oriental.
Auténtico guitarrero
eufórica perturbación
impetuosa superación
ocurrencia de esquinazo
repudiado escupitajo
inocultable putrefacción.
Unipersonal sustentación
pronunciable enunciado
arquetipo perjudicado
escuálido cautiverio
persuasivo adulterio
continuaré milongueado!
Salud!
Pablo