Sigue vivo, el blog, porque se me dio por postear este recuerdo.
Escuchamos algunos movimientos de la “Suite Alumna” (Travesura 1, Travesura 2, A modo de Zarabanda y Tango), que grabé hace un montonazo de años.
Se viene setiembre…y ya hace años que se me fue Amílcar.
Una curiosidad es que si lo “gugleás”, verás que no aparece nada suyo en Wikipedia, es un músico de los que no figuran en las enciclopedias.
Pero su nombre, aparece un montonazo de veces en los currículum de tantísimos colegas de todo tipo y estilo (clásico, popular, de Montevideo, del interior del país, del exterior, compositores, docentes, artistas reconocidos y también ilustres deconocidos).
Siempre “envidié” en cierta medida que Mito le había dedicado composiciones al amigo Gonzalo Solari, y otros colegas más… Ya muy cerca del adiós, me confesó que había empezado a escribir las “Pabladas Campóreas”, pero que el boceto inicial, que empezaba en un mi bemol, se le había caído en un charco (o algo así), y bueno… me quedé sin mi pieza dedicada.
Unos días antes de irse, recostado en la cama, me dijo que de noche a veces se despierta, y que en la penumbra del dormitorio ve a un hombre sentado, con sombrero (“un gacho de lado”), y que lo está esperando.
“Con más razón!” – le insistía yo, mientras lo peinaba un poco – “mirá viejo, si salís de ésta, tenés que estar bien, y si no salís, y te vas para otro lado..tenés que llegar prolijo”.
A los dos días se fue. Me enteré casi de rebote. Fue uno de los primeros revolcones que sentí por partidas antes de tiempo. Ni quise ir al velorio.
Recuerdo cuando después de un conciertito en el Teatro del Mercado, nos fuimos a tomar una en un boliche medio muerto, vos en ese momento no tomabas, y nos comentaste: “Hoy…hice una linda moña en mi zapato”, y Reni (Renée Pietrafesa) te dijo: “dejate de joder!”
Implacable ella y amorosa al mismo tiempo. Aquella nochecita también aprendí. Que orgulloso que estaba! Cuánto los amaba! Los amo.
En fin, (o no), brindo por tu permanencia, y tu presencia, en los lugares que tiene que estar: los currículum de los colegas, pero sobre todo: en casi cada una de las notas que toco, y en mis palabras cuando estamos dando clases…
Creo que no debe haber mejor forma de estar vivo.
Salud!
Pablo